Nunca dejes de ser quién eres

Hoy es el día de la mujer trabajadora. Un día en el que se reivindican unos derechos adquiridos a base de sudar la gota durante muchos años, y sobretodo, una igualdad que a día de hoy, todavía es una utopía.


 Tod@s sabemos lo importante que fue la incorporación de la mujer al mundo laboral. Al margen de subir la autoestima a aquellas mujeres que, según algunos, sólo valían para criar a los hijos (sólo, que ironía! el trabajo más difícil del mundo), significó la independencia económica. El acceso al mundo académico, la opción de tomar decisiones sin tener que pedir permiso, en definitiva, la posibilidad de vivir una vida propia sin tener que sentirse mantenida. Pero también es cierto que con todo ello, han surgido otros problemas. La conciliación laboral, la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, la falta de mujeres en lugares de responsabilidad y la lista podría seguir y seguir...

Ser mujer significa muchas cosas y probablemente muchas cosas distintas para cada una de nosotras. Pero creo que lo fundamental, en una sociedad que cada día nos exige más y aporta menos, es seguir siendo lo que somos en cualquier ámbito de nuestra vida. Porque muchas veces parece que para triunfar tenemos que acercarnos más a un modelo masculinizado de la mujer. Y creo que no debe ser así. Transformarnos en algo más masculino no nos aportará más felicidad, ni más oportunidades, ni más dinero a final de mes. Y tampoco hará más felices a los que nos rodean. Y es que ser mujer, es la mejor oportunidad que nos ha dado la vida, así que vamos a aprovecharla.

Desde aquí hago una llamada a todas las mujeres para que sigan siendo auténticas siempre. Sólo así conseguiremos que dentro de un tiempo, espero que no muy lejano, no tengamos que celebrar ningún día de la mujer trabajadora. Yo no quiero celebrarlo más, ¿Y vosotro@s?
¡Feliz lingo fin de semana a tod@s!