El blog está de vacaciones, pero ayer ocurrió algo que no puedo pasar por alto. Hace ya más de un año que descubrí a Alba, una pequeña de 4 años con un cáncer muy grave, contra el que luchaba desde los 6 meses. Ella fue el primer niño que recibió un lingo del proyecto Un lingo, una sonrisa. Regalamos varios lingo animalitos a niños y niñas enfermos a cambio de una sonrisa y un nombre para su lingo mascota. Alba me pidió una jirafa y le puso su mismo nombre, Alba. Desde entonces hemos estado pendientes de su evolución, de su día a día, de sus recaídas, de sus victorias, de una sonrisa, que nunca perdió a pesar de su difícil situación.
Ayer a las 7 Alba se cansó de luchar y se fue.
Los niños deberían ser siempre nuestro ejemplo. Su inocencia, su forma de mirar las cosas cotiadianas, su incondicionalidad, su amor puro, sus sonrisas sinceras, su capacidad de aprender y de soportar cosas como la enfermedad, con una actitud digna de cualquier héroe.
No olvidemos que hay muchos niños enfermos, que necesitan mucho apoyo y que se siga investigando para poder encontrar una cura a sus enfermedades. Leo y Guzmán han superado la leucemia gracias a donaciones de cordón umbilical y duros tratamientos. Y hay que seguir ayudando y luchando para muchos más puedan curarse y seguir llenando este mundo con sus sonrisas. Desde aquí os invito a conocer más sobre estos pequeños y sus asociaciones: Uno entre cien mil Asociación Alba Pérez y el blog de Leo .
Y aquí Guzmán con su lingo gato, Vito y su hermana Martina, con su lingo delfina Luna.
Dicen que en esta vida no se te valora por lo que has hecho, sino por la huella que dejas cuando te vas. Si es así, el valor de Alba es incalculable. Porque ha dejado una huella en todos nosotros. Porque ha conseguido concienciarnos de lo importante que es luchar contra la enfermedad. Porque nos ha recordado que lo importante es vivir el día a día con la mejor de nuestras sonrisas. Porque mañana, mañana no existe...
Adiós princesa mágica....Y gracias por todo. Vamos a echarte de menos...