A veces,
si estamos atentos a lo que nos rodea, podemos encontrar tesoros escondidos...cosas bonitas que alguien abandona pensando que ya no le valen, pueden transformarse en algo bonito y útil si tenemos algo de imaginación y ganas.
Un viejo marco de madera,
una caja de fruta, o unos cajones preciosos de mi color favorito....
Hace unas semanas, volviendo del parque con bolita, a lo lejos, dentro de un árbol, en la esquina de casa encontré este pequeño tesoro.
Estaban sucios y llenos como de virutas de metal. Imaginé que quizás provenían de algún taller. Cajones antiguos, algo viejos, pero estaba segura que limpios serían otra cosa.
Así que elegí 3 de los 4, había uno que no se podía aprovechar y me los llevé a casa. Después de un buen lavado, teníamos que pensar qué hacer con ellos. Son tan bonitos....
Finalmente decidimos colgarlos en el salón a modo de estantería. Y así han quedado.
La decoración está por terminar, pero me encanta este nuevo rincón, que respira un halo vintage y que tiene algo de historia, aunque no sepamos cúal...
Si tenéis algun mueble con cajones desterrado....o encontráis cajones tirados en algún sitio, podéis pintarlos o dejarlos tal cual están y darles un segundo uso. ¿Qué os parece?
